INSTRUCCIONES PARA LA MEDITACION
Así mismo como la luz brilla dentro de la lámpara, del mismo modo la llama divina brilla en tu corazón desde hace mucho tiempo atrás. Cierra tus ojos. Emerge con la llama divina. Sumérgete al rincón más profundo de tu corazón. Medita en esta llama divina y llega a convertirte en la misma llama de Dios. Si la mecha en la lámpara es pequeña, la luz será poca. Si la mecha es más larga, la luz será más intensa. Similarmente si la jiva (el alma del individuo) es pura, si practica meditación, la manifestación del ser será más intensa, poderosa. Radiará una luz más grande. Mientras más pura sea el alma, más grande será la expresión. Si tenemos un imán potente, atraerá pedacitos de metal, aún cuando estén distantes. Del mismo modo, si el yogi es una persona avanzada, tendrá más influencia sobre las personas con quienes él se pone en contacto. Puede ejercer su influencia aún cuando la persona viva en lugares distantes. Durante meditación observa por cuanto tiempo puedes callar todos los pensamientos mundanos. Observa la mente. Trata de aumentar la duración. Llena la mente con pensamientos de Dios, una y otra vez. Durante meditación, no esfuerces los ojos. No esfuerces el cerebro. No luches o pelees con la mente. Relájate. Deja que los pensamientos divinos fluyan suavemente. Tranquilamente piensa en laksya (el punto de la meditación). No trates de sacar a los pensamientos intrusos violentamente. Trata de tener pensamientos sublimes (sátvicos). Los pensamientos viciosos se desvanecerán por si mismos. Si sientes mucho esfuerzo en tu meditación, reduce la duración de cada sesión por unos días. Aquellos que mediten por cuatro o cinco horas cada vez que se sienten, pueden cambiar de postura. Mantén la columna recta. Debes aumentar diariamente tu vairagya (desapego) y aumentar la meditación en virtudes sátvicas como paciencia, perseverancia, misericordia, amor y perdón. Vairagya y buenas cualidades ayudan a la meditación. La meditación aumenta las cualidades sátvicas.
SWAMI SIVANANDA...
