Ha llegado la hora de volver al culto del fuego. Los gnósticos debieran salir a pasear a las montañas y allí, entre el seno profundo de la Madre Naturaleza, hacer hogueras, encender el fuego y orar y meditar. Así podemos atraer de lo alto poderosos flujos de energía divina que nos ayudarán en la Gran Obra del Padre.
V.M.Samael Aun Weor.
Matrimonio Perfecto cap XXVIII.